Nos quedamos en la zona de confort
Nuestras placas de base poseen un coeficiente de expansión térmica similar al del material semiconductor. Esto reduce las tensiones mecánicas entre el semiconductor y su placa de base, y asegura una larga vida útil del módulo. Mediante el proceso PVD de alta pureza, conseguimos un recubrimiento especialmente homogéneo. Los años de experiencia produciendo nuestros propios electrodos para PVD nos permiten garantizar una elevada pureza del material durante el proceso de recubrimiento. De forma alternativa al proceso de PVD, ofrecemos recubrimientos galvánicos.
Por supuesto, el siguiente paso tras el recubrimiento es el empaquetado en sala blanca de nuestros productos, de acuerdo con las necesidad de nuestros clientes.