Hace más de 100 años que trabajamos con molibdeno, tungsteno, tántalo y niobio. Se trata de metales que no son siempre fáciles de manejar durante su procesamiento. No obstante, sabemos cómo se comportan y cuáles son sus cualidades, y podemos elaborar productos muy complejos con ellos.
Con el fin de adaptar las propiedades de “nuestros” materiales de forma exacta a sus requisitos, los enriquecemos con otros materiales metálicos y cerámicos para crear aleaciones y compuestos. La resistencia al calor, la baja expansión térmica, la elevada conductividad térmica, la excelente conductividad eléctrica, la buena resistencia a la corrosión, la buena resistencia al desgaste, la elevada densidad, la absorción de la radiación y la elevada pureza constituyen características decisivas que perfeccionamos según los requisitos.
Así, permitimos a nuestros clientes usar dichos materiales en aplicaciones de alta tecnología. Tratamos continuamente de superar los límites de los que es tecnológicamente factible.