Máxima pureza
Las impurezas metálicas y no metálicas del cátodo de pulverización se transfieren a la capa funcional pulverizada y, por tanto, perjudican su funcionamiento o provocan la formación de partículas en el proceso de PVD (efecto de arco).
Por ello, los cátodos de pulverización cumplen los requisitos de pureza más exigentes. Las principales ventajas son una excelente conductividad eléctrica de la capa, una mínima formación de partículas durante el proceso de PVD y unos índices de recubrimiento homogéneos a lo largo de la vida útil de los cátodos de pulverización.
Garantizamos una pureza en nuestros cátodos de molibdeno de al menos el 99,97 % (3N7). Normalmente, la pureza de nuestros cátodos de molibdeno es del 99,99 %. De este modo, nos aseguramos de que las capas que producimos cumplan con los requisitos más exigentes. Para aplicaciones en el sector de los semiconductores, garantizamos incluso una pureza de al menos el 99,995 % (4N5).
Mayor densidad y microestructura homogénea
Nuestros cátodos de pulverización de molibdeno están altamente comprimidos mediante procesos especiales de transformación. Esto permite aumentar y homogeneizar la velocidad de recubrimiento y mejorar las propiedades del mismo en el proceso de recubrimiento de PVD. Como resultado, mejora la eficiencia de la producción de capas finas, y se consigue un alto rendimiento.
Podemos ajustar específicamente la microestructura del material de recubrimiento con nuestro proceso de fabricación. Con una microestructura y textura uniformes de los cátodos de pulverización, se pueden conseguir velocidades de eliminación y espesores de recubrimiento también uniformes.